Lugar de origen: probablemente Tebas, Egipto
Fechas: circa 1513-1490 a. C.
Hatshepsut es quizá junto con Cleopatra VII, la reina-faraón más conocida del Antiguo Egipto, además fue la mujer que más tiempo estuvo en el trono si bien no fue la primera en serlo, pues se tiene constancia confirmada de la reina-faraón Sobekneferu quien reinó entre 1790/89-1786 a. C.
Hija de Tutmosis I fue casada con su medio hermano Tutmosis II y con este tuvo una hija llamada Neferura. Tutmosis II por otro lado, tuvo con una esposa secundaria un hijo, el que será Tutmosis III, sucesor de Hatshepsut como gobernante de Egipto.
Parece ser que a pesar de que el padre de Hatshepsut la había nombrado heredera, tras un complot palaciego se nombra faraón a su medio hermano bajo el título de Tutmosis II, convirtiéndose ella en Gran Esposa Real. El faraón sin embargo, fallece joven y con Hatshepsut sólo había tenido una niña de nombre Neferura. El heredero designado entonces será un hijo que el esposo de nuestra protagonista había tenido con una concubina: Tutmosis III, sin embargo éste es tan solo un niño de unos dos o tres años así que Hatshepsut se convierte en regente de Egipto.
Sin embargo la regencia se quedaba corta para las aspiraciones de Hatshepsut y ella reclama lo que por herencia le corresponde: el trono de Egipto. La regente promueve entonces una serie de cambios y reformas colocando a diferentes cargos políticos y religiosos que estaban claramente a su favor para de este modo acabar autoproclamándose faraón de las dos Tierras en presencia del joven faraón quien acepta la nueva situación sin posibilidad de réplica.
A Hatshepsut a partir de entonces la encontraremos representada como faraón, adoptando los atributos y símbolos de poder que le eran propios a tal efecto, utilizando por ejemplo una barba postiza, el tocado nemes o la diadema con el ureo.
Destacará por su labor constructiva que llevó a cabo durante su largo reinado y en concreto por el templo de Deir-el-Bahari. Además su reinado será relativamente pacífico si bien no estuvo exento de problemas políticos que la arrastraron a la guerra.
Otro de las cuestiones que más preocupaban era la descendencia: Hatshepsut había nombrado heredera a su hija Neferura, sin embargo ésta fallece siendo joven. Por otro lado, a medida que fue creciendo su hijastro fue ganando cada vez más y más poder -no olvidemos que Tutmosis III es considerado uno de los gobernantes más poderosos y belicosos de la historia del antiguo Egipto-.
Hatshepsut tras más de veinte años de reinado fallecerá aunque no descansará en paz. Su figura será condenada al olvido, sufriendo la temida Damnatio Memoriae un intento por parte de su sucesor Tutmosis III de eliminarla de la historia. Para ello su nombre será picado de lápidas, relieves y demás espacios públicos. Los motivos reales que llevaron a realizar este ataque a Hatshepsut se desconocen pero parece probable que Tutmosis III tratara de asentar y legitimar aún más su poder en el trono.
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